San Pedro de Atacama

De camino

Con el sol apenas asomando sobre el horizonte, emprendimos nuestro viaje hacia San Pedro de Atacama partiendo desde Iquique.

Conseguí el mejor precio en alquiler de autos en DiscoverCars.com

Durante el camino pudimos ver el cambio de paisaje que es distinto al de Iquique. Si bien ambas ciudades está en el desierto, algo me dice que es distinta su presentación en San Pedro de Atacama.

En el medio frenamos brevemente en Calama para cargar combustible. Me quedó la curiosidad sobre conocer esta ciudad. A lo mejor en el futuro tengo una chance de hacerlo. Antes de llegar a Calama también pasamos por Quillagua que, si bien no paramos, me pareció un lugar que merece la pena dedicarle un tiempo. El viaje entre Iquique y San Pedro duró alrededor de 6 horas y las rutas, excepto cerca de Quillagua que había un desvío, están en perfecto estado.

Un mundo aparte en el desierto

En lo personal, San Pedro de Atacama es un lugar que había estado esperando visitar durante mucho tiempo. La única vez que pasé por aquí fue en 2012, de camino por un periplo que me desembocaría en distintas ciudades de Colombia y Venezuela. Pero había podido divisar solo un breve vistazo desde el colectivo. Ahora, en 2024, finalmente, pude cumplir mi sueño de explorar este rincón del mundo de una manera que siempre imaginé: en La Rodantera, mi propio motorhome

Después de tres semanas de travesía con Flor por Bolivia, cruzando a Perú y llegando hasta Cusco, nuestro camino nos llevó de regreso por Chile, específicamente al norte, pasando por Arica e Iquique antes de hacer una parada indispensable en San Pedro de Atacama previo al ingreso al mejor país del mundo: Argentina.  

Desde el momento en que llegué, el encanto de este pueblo me envolvió: se me presentó una sensación única en cuanto a la atmósfera, que me recordaron lugares como Humahuaca y Amaicha del Valle, pero con el bullicio turístico reminiscente de destinos como Cusco

El clima, caracterizado por su aridez extrema, me ha cautivado especialmente durante esas noches veraniegas, cuando el calor del día, ya desvanecido, dejaba paso a una frescura reconfortante. El camping donde nos quedamos (el Andes Nomads Desert) ayudaba mucho a que la estadía nocturna sea interesante. Me ha llamado la atención la cantidad de turistas brasileños que viajaban en camionetas 4 x 4 haciendo distintas expediciones. Este camping quedaba un poco alejado del pueblo así que le daba aún más atmósfera extraterrestre al asunto. 

 Durante el día, el sol ardiente dominaba el paisaje, recordándome constantemente la implacable naturaleza del desierto. Pero quedándose en las sombras, alguna que otra brisa te cambiaba el termostato.  

Desde la Camper, recorrimos con Flor diversos miradores y puntos de interés, y hemos quedado maravillados con las vistas panorámicas de esta parte del altiplano chileno.  

He considerado como visitas obligadas las impresionantes lagunas de Baltinache y los imponentes géiseres del Tatio.  

Ambas actividades han sido decididas luego de decantarnos en su favor sabiendo que había muchas otras para conocer y teniendo poco tiempo. Los precios de las entradas en general eran similares (entre los 15 y 20 mil pesos chilenos) y para llegar lo pudimos hacer sin problemas con nuestro vehículo.

Lagunas Baltinache

Me parece importante destacar la presencia de una ruta marcada, que presentaba mucho serrucho, que hacía el camino muy incómodo por momentos, teniendo que bajar la velocidad de la marcha y viendo, en un par de casos, personas cambiando la rueda tras pinchar. Asimismo, para los que no se animen a realizar esta travesía por su cuenta, miles de agencias de turismo las realizan, tanto a una actividad en particular como a un recorrido completo con varias atracciones. De igual forma, todas estas agencias operan también desde allí mismo por lo que podes llegar hasta San Pedro de Atacama y contratarlas ahí. 

Respecto a las Lagunas Baltinache, son conocidas por su alta concentración de sal, que generan una experiencia única porque podés flotar sin esfuerzo en las cristalinas aguas.  

Al llegar a las lagunas, he quedado impresionado por la belleza surrealista de este oasis salado en medio del desierto. Las lagunas, dispuestas en una sucesión de pozas poco profundas, reflejaban el intenso azul del cielo, creando un paisaje de ensueño que parecía sacado de otro mundo. 

Al adentrarme en las aguas de las lagunas, experimenté la sensación de flotar sin esfuerzo. La salinidad de estas lagunas es tan elevada que supera incluso la del Mar Muerto, lo que crea un efecto de flotación natural que resulta casi mágico. 

La explicación científica detrás de este fenómeno radica en la densidad del agua: debido a la alta concentración de sal, el agua se vuelve más densa y, por lo tanto, más fácil de flotar. Además, la sal actúa como un exfoliante natural para la piel, dejándola suave y rejuvenecida después del baño. Eso sí, en un momento, al sacar las manos del agua una gota me cayó en el ojo y el ardor fue impresionante. El ardor duró varios minutos hasta que pasó. 

Me ha parecido una experiencia genial para sumergirse en la serenidad del paisaje y la extraordinaria sensación de ingravidez. Ha sido como si el tiempo se detuviera por un momento, permitiéndome conectar profundamente con la naturaleza y sentirme en armonía con el universo. Algo que sucede, al menos desde mi perspectiva, en todos los caminos montañosos de Sudamérica. 

Ahora bien, durante mi visita a las lagunas, me encontré con una situación peculiar: de las dos pozas que por lo general están habilitadas para sumergirse, solo una estaba activa. La otra se cerró temporalmente por la contaminación provocada por el uso excesivo de cremas solares, lo que exigía que «descansara» y limpiarse para preservar su belleza natural. Esta medida destacó la importancia de cuidar y respetar el frágil equilibrio del ecosistema del desierto de Atacama.  

Por ello, una de las prohibiciones a la hora de ingresar era la de usar protector solar. Esto fue muy controversial, al menos para mí, porque el sol estaba bastante fuerte. En ese momento he pensado que podrían al menos poner unas sombrillas o que las pasarelas tengan una media sombra que te cubra un poco del sol. Pero también pensé que al no hacerlo, invitan a la gente que no se quede durante mucho tiempo. Sin embargo, cumplí con la orden. Eso sí, muchos de los visitantes con los que coincidí, utilizaron el estacionamiento (donde no había cuidadores) para ponerse crema.  

Geysers del Tatio

Una maravilla natural que había anhelado visitar durante mucho tiempo, finalmente se convirtieron en una realidad en mi viaje a San Pedro de Atacama. Siguiendo el sabio consejo de salir temprano, partimos de San Pedro alrededor de las 4:30 de la mañana para llegar justo al amanecer. Esta estrategia no solo nos permitió presenciar el espectáculo de los geysers en plena acción, sino que también nos brindó la oportunidad de experimentar el impresionante contraste entre el frío de la mañana y las aguas hirvientes que brotaban de la tierra. A medida que ascendíamos por el camino sinuoso, alcanzando alturas cercanas a los 4.300 metros sobre el nivel del mar, el recuerdo de las cervezas del día anterior se convirtió en un leve arrepentimiento, ya que la altitud comenzó a hacerse sentir en nuestras cabezas. Este pequeño inconveniente, sin embargo, no empañó la grandeza de los paisajes que nos rodeaban, con volcanes majestuosos perfilándose en el horizonte y la promesa de un espectáculo natural que superaría todas nuestras expectativas. Levantarse tan temprano tuvo, sin dudas, su recompensa.

Se estima que hay alrededor de 80 géiseres activos en el campo geotérmico de El Tatio, convirtiéndolo en uno de los más grandes del mundo. Sin embargo, no todos están activos al mismo tiempo, y la cantidad de géiseres en erupción puede variar dependiendo de factores como la temperatura y la presión del agua subterránea. Si bien nosotros fuimos por nuestra cuenta, en la entrada hay guias que ofrecen sus servicios para acompañarte en el recorrido por el lugar. Se trata de un campo grande donde primero pagamos la entrada, en un galpon que cuenta con baños. Luego seguimos alrededor de 1 km en vehículo hasta el final del camino donde hay un estacionamiento. Allí caminamos por unas pasarelas y caminos naturales observando los brotes de agua. Cada tanto nos acercábamos a algun grupo para escuchar brevemente la explicación que recibían en el tour. Luego volvimos hasta cerca de la entrada donde se encuentra el primer estacionamiento. Allí hay mas geysers (aunque considero que los mejores están más atrás) y unos baños termales abandonados.

Para la vuelta, podemos apreciar mejor el Vado del Río Putana, donde podemos ver algunas vicuñas. Luego paramos brevemente por la laguna Flamingos, que doy por hecho que debe su nombre a la presencia de estos animales. En este caso, de un color rosado tenue. 

Finalmente, destaco un recorrido que hicimos por La quebrada de Guatin. Esta impresionante formación geológica presenta paisajes únicos y espectaculares, con paredes de roca de tonalidades rojizas y anaranjadas que contrastan con el azul del cielo y el blanco de las salinas cercanas. Es un destino popular entre los visitantes que buscan explorar la belleza natural del desierto de Atacama y estando allí, la sensación, parecida a los que ví en la Quebrada de las Conchas en Cafayate, es la de estar en otro mundo. 

Sin embargo, sé que aún me quedan muchos lugares por descubrir en esta región, como el Valle de la Luna, las lagunas Altiplánicas y los salares cercanos. Estos destinos quedan marcados en mi lista de futuras expediciones. 

Llenos de nuevas experiencias, regresamos a nuestra van, listos para continuar nuestro viaje hacia el Paso de Jama. 

Justamente, ese día será eterno. Ya que partimos del camping a las 4.30 para llegar antes de las 7 a ver los geysers. Luego volveremos a San Pedro de Atacama solo a cargar combustible y seguir viaje hasta el Paso de Jama para hacer migraciones, entrar a la Argentina y, mediante la cuesta del Lipan, llegar a Purmamarca, el hermoso pueblo donde culminaríamos nuestro periplo antes de regresar a Tucumán.

2 comentarios en “San Pedro de Atacama

  1. Avatar de Raymundo Velez

    Ese lugar parece de otro planeta. Fui de muy joven. Ahora estoy lejos pero tengo buenos recuerdos.

    Me gusta

Deja un comentario

search previous next tag category expand menu location phone mail time cart zoom edit close