YACUIBA

La llegada a la frontera

El bondi de Flecha Bus debe anunciar Salvador Mazza y, según el ticket electrónico, debe partir a las 22.30 pero llega a la plataforma establecida una hora más tarde. No pregunto el porqué de la demora, pero no se ven rostros de enojo al respecto. Pasadas las 23.45 sale de la terminal de SMT pero hace una parada técnica en el galpón de la empresa antes de llegar a San Andrés. Siendo las 12.20 seguimos esperando. Considero que aún no arranca el viaje. Ojalá suceda pronto. 

La última vez que hice un viaje de larga distancia en bus fue en el sur cuando fui a Bariloche y Esquel. No recordaba lo sucia que se puede encontrar la butaca cuando te sumas a una flota que ya viene con largas horas de viaje. Salimos nuevamente a la ruta a las 12.40 aproximadamente, eso quiere decir que, teniendo en cuenta la hora de llegada estimada en un principio ahora estaríamos llegando con viento a favor a las 11.30. 

Veo en el celu algunos videos que me descargué previamente hasta que me duermo. Casi no abro los ojos durante todo el trayecto.

A las 10.30 llegamos a Tartagal y allí reparo que la mayoría de los pasajeros se bajó en la parada anterior: Oran.  

En el paisaje veo mucho verde y unas montañas de forma rara que me hacen acordar (a grandes rasgos) a las que ví por fotos de Roraima en Venezuela. Cuando me fijo en Google maps al parecer son parte de una reserva que queda justo en el triángulo que forma el territorio boliviano y que corta en V el mapa argentino: La reserva natural de Tariquia. La historia de porque en el mapa argentino se da está curiosidad geográfica me parece súper interesante, pero creo que mejor lo explica «un mundo inmenso».

Finalmente, a las 12 llegamos a Pocitos porque había al menos dos revisiones de gendarmería. Se ve de fondo una montaña muy buena, supongo que allí debe haber un montón de animales de esos que se dicen “exóticos”. Eso me hace pensar el cartel de «yo amo pocitos» de la entrada con dos aves en su representación. Pero más que pensar, divago.

Al otro lado

Ni bien bajo de la unidad, me dirijo a pie a migraciones. No es muy llamativo el paso a nivel que debo cruzar y el ambiente no parece ser el más agradable. De todas maneras, por alguna extraña razón, siento confianza de andar a gamba.  

Hago los trámites en migraciones de manera bastante rápida. Cruzo el puente internacional y me adentro en lo que creo que es Yacuiba, aunque al poco tiempo de andar por la zona comercial me doy con que en realidad estoy a 4 kilómetros de lo que es realmente Yacuiba. Por momento, solo estoy «del otro lado».  

Por 80 mil pesos argentinos me dan 1184 bolivianos. Recuerdo que en 2009 cuando fui por primera vez, por un peso me daban 2,3 bolivianos aproximadamente. Pregunté en 3 casas de cambio y luego de hacer la transacción vi en las siguientes que la oferta era similar. El mejor cambio que podría conseguir es justamente el que hice. Uno me quiso dar 1000 bolivianos por la misma cantidad de argentinos. Un atrevido.  

Decido caminar por la ruta rumbo a la terminal de buses por recomendación de un par de personas. Son más de 4k de caminata, pero me agrada hacerlo. Le pregunto a una señora si es peligroso caminar por esa zona y me dice que sí. Le pregunto a una segunda y me dice que no. Camino alrededor de 15 minutos hasta que veo todo muy desolado y me pregunto hasta cuándo será así el camino. Paso una parada de bus y un hombre me pide una ayuda para llegar a Tartagal. Si bien tengo la intuición de que «todo está bien» decido tomarme un taxi que veo cargando gas en una estación al paso. Me cobra 10 bolos hasta la terminal. El taxista se llama Carlos. Me anoticia que hay problemas de transportes, paro y cortes incluido. Me dice qué sabe que en Jujuy también hay problemas y si bien no se trata de los mismos asuntos, tengo la sensación de que intenta concluir en algunos puntos en común entre ambos países. Me cuenta que vivió 24 años en Buenos Aires, que trabajó como camionero y que se conoce de punta a punta la Argentina. “Me encanta ese país”, remata. Relata que sus dos hijas estudiaron en argentina y ambas son médicas. Una vive en Argentina y la otra en España donde trabaja para la cruz roja. Lo del problema de transporte parece ser una costumbre. Las otras veces que vine a Bolivia también los había.

Luego de comprar el pasaje a Santa cruz  camino hasta la plaza 12 de agosto que es la principal en Yacuiba. En la esquina de la plaza consigo un Menú por 13 bolivianos (no incluye la bebida): sopa de Chaira con lampreado de panza más guarnición.  

Sigo caminando y me encuentro por primera vez con el centro comercial donde compro a 6 bolivianos 4 naranjas, 2 bananas y 2 manzanas. 

Me acerco a la panadería Escalante a pedir agua caliente para tomar unos mates. Aprovecho para comprar una empanada de queso y cuñape (que me sabe parecido, por no decir igual, que a la chipa) por 5 bolivianos. Lucia y Carina trabajan en la panadería y son buena onda. Me preguntan sobre el viaje que estoy realizando y regalan unos panes extra. 

Me siento en la plaza a tomar mates, leer un poco y escucho un anuncio a lo lejos de que en el coliseo del barrio Lourdes habrá tres funciones de Mario Bros. No entiendo si es la presentación de la película u otra cosa. Dice que estará Mario con sus amigos y también habrá payasos, magia y más. Descubro que el anuncio sale por megáfono desde un auto que está parado en la esquina de la plaza principal. La publicidad se repite, al parecer, eternamente. 

No sé nada de plantas, pero varias de las que veo en la plaza 12 de agosto las reconozco de haberlas visto por «mis pagos». Supongo que la plaza lleva su nombre porque el 12 de agosto de 1876 se constituye la división política y administrativa del departamento de Tarija, donde se encuentra Yacuiba. 

Me compré un chip de la empresa Tigo por 20 bolivianos (1300 ars aprox). Hay ofertas por doquier de estos chips en la ciudad. 

Camino por las calles alrededor de la plaza principal. Me encuentro con el cementerio municipal y decido entrar. No hay mucho para contar al respecto. Esperaba encontrarme con un pequeño ejemplar del cementerio de la Recoleta pero no es así. Sigo camino para buscar un mirador con una cruz, pero el camino se me hace un poco más largo de lo que pretendo caminar y he decidido llevar las mochilas conmigo por lo que voy cargado, así que desisto de hacer eso. 

 La vida citadina al parecer arranca por la tarde. Si bien a toda hora se puede encontrar bares y lugares de comida listos para llenar la panza, a partir de las 4 se empieza a ver muchos otros negocios abrir sus persianas de los que destaco las peluquerías y manicuras. De hecho, en la feria a cielo abierto que es esta ciudad donde se consigue de todo en todos lados, una de las cosas que más veo son artículos de cosmética. 

Cerca de aquí se pueden realizar actividades de senderismo y trekking como ser la cascada de las Parabás, Timboy Tiguazu o Aguarague de Sanandita, pero quedarán en el tintero para una próxima visita.  

Vuelvo al centro comercial Lourdes dónde se ve aún más gente que al mediodía. Muchas personas ,se nota, están de paseo. Me llama la atención la cantidad de gatos, al parecer callejeros, que se ve en distintos lugares, todos con apariencia de llevar una buena vida. En contrapartida he visto pocos perros callejeros, algo que se ve mucho en mi ciudad. 

Los buses aguardan en las calles adyacentes a la terminal. Los servicios a santa cruz son por la mañana o la noche (10 AM y 20.45) aunque vi un servicio a las 17.30. 

También hay trayectos a otras ciudades del país como Sucre, Tarija, Potosí o La Paz. 

Se puede usar el baño a 1 boliviano, pero de ser posible, recomiendo evitarlo. En el centro comercial Lourdes hay buenos baños, bien limpios y en buen estado también a 1 boliviano. 

La terminal es pequeña y da la sensación de que se quedó corta para la cantidad de gente que hay, aunque no se si es un movimiento usual o por la fecha en particular. No logro distinguir entre los viajantes y los comerciantes. Eso sí, la gente por lo general viaja muy cargada. 

En total son 10 plataformas, pero, alrededor de la terminal se ven muchos buses que salen a distintos destinos. En todo momento personas que trabajan para las empresas se acercan a ofrecerte boletos. El grito de «santa cruz, santa cruz» se repite a cada rato. Me recuerda al «potosí, potosí » que escuché en Villazón en otra oportunidad. 

Viajo por la flota Bolivar. El pasaje me duele 100 bolivianos y es servicio “leito” que en ese momento pensé que significaba directo sin embargo me dijeron que es el nombre del servicio: coche cama y solo tres filas de asientos. Por suerte puedo elegir una butaca de la fila con asientos individuales. Sale con 10 minutos de retraso (esperable). Me dicen que tiene puerto USB en cada butaca para cargar celular. Obvio el de mi asiento no funciona. 

El bus va lleno. Todo tranquilo excepto una familia con abuela, tías y sobrinos que hacen ruido. Se ven muy contentos. Decido ponerme los auriculares y ver una película que tengo descargada en el celular. Hace mucho que me habían recomendado ver La Mecha. 

1 comentario en “YACUIBA

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