Crónica de dos días en Santiago del Estero

La FENOAR en la «Madre de ciudades»

“Que lindo que está Santiago” es un comentario repetido en distintas conversaciones que he tenido durante los últimos años con amigos y conocidos. Es así que desde hace un tiempo se me ha presentado la curiosidad y las ganas de arrimarme a esta ciudad de la que, hasta ahora, solo conocía el Estadio Madre de Ciudades. Es que con la creación de este último y algunos partidos de relevancia que se llevaron a cabo, fuimos muchos los tucumanos que asistimos a algún evento. Las dos horas que separan San Miguel de Tucumán de la capital santiagueña tientan a más de uno. 

gol de Di María contra Curazao.

Santiago del Estero es conocida como “la madre de ciudades” por ser la primera ciudad fundada por los españoles en nuestro país (el 25 de julio de 1553 por Francisco de Aguirre). El tema es que desde hace unos años han estado realizando fuertes inversiones que han logrado que la misma se destaque entre las capitales del norte.  

La  Feria Editorial del Norte Argentino (FENOAR) es la excusa perfecta para poder, finalmente, pasear por las calles de esta urbe.  La FENOAR, llevada a cabo en la Casa Argañaraz Alcorta, es un espacio que busca generar un punto de encuentro presencial para lectores, escritores, editoriales, y toda la comunidad literaria. 

En esta ocasión además de La papa y demás editoriales que participan de la feria y charlas, invitan al proyecto FÓVEA estudio para proyectar Conurbano tucumano y Recortitos. La calidez de los organizadores del evento, el empeño y voluntad en la realización del mismo justifican la participación, promoción y apoyo para la continuidad del proyecto.  

Primer día

Salimos desde SMT a las 4 de la tarde junto a Facundo, confiados en llegar a las 18 para poder asistir temprano a las actividades convocadas. Sin embargo, no contamos con que el bus haga una parada en la ciudad de Termas de Rio Hondo que, entre los pasajeros que bajan y los que suben, provocaron la extensión del viaje a casi tres horas. Viajamos en un bus de la empresa La Union. De todas maneras, el viaje se hace ameno entre charla y mates. Entre otras cosas, con Facundo recordamos viajes en la década del 90 cuando aún funcionaba el dispenser de agua caliente y café. Si bien el servicio es bueno, el dispenser tiene solo una funcion decorativa. Llegados a la pintoresca terminal de Santiago, no nos detenemos a recorrerla, sino que tomamos el primer taxi que vemos en las afueras.  

Nos dirigimos al hotel Savoy que no está muy lejos de la terminal. De hecho, de haber tenido más tiempo, tranquilamente podríamos haber llegado al mismo a pie. El hotel es un antiguo edificio, ubicado en pleno centro de la ciudad en la zona peatonal y a dos cuadras de la Casa Argañaraz Alcorta.  

Se trata de una estructura de estilo clásico francés inaugurada en 1932 y mantenida hasta la fecha en excelentes condiciones. Se destaca la tranquilidad del mismo, la atención y predisposición de sus empleados. 

Por la noche, luego de asistir a todas las actividades de la FENOAR, caminamos hasta la calle Roca donde aprovechamos las buenas pizzas de Buddha Bar.  

Segundo día y regreso a SMT

Descansados, arrancamos el segundo día dispuestos a realizar una inmersión a la dinámica de la ciudad. Para ello, nos acercamos a la oficina de turismo ubicada en la esquina de la peatonal, a metros del hotel, pero estaba cerrada.

Queríamos que nos asesoren sobre qué camino era más conveniente tomar para poder armar un pequeño itinerario para ese día. Decidimos ir entonces al Centro Cultural del Bicentenario, inaugurado en 1868 y que ocupa parte del edificio de la antigua Casa de Gobierno de la Provincia. 

Allí asistimos en primer lugar a una muestra llamada “Metaverso Van Gogh” que presenta un laberinto de cuadros, con 12 obras de Vincent van Gogh, que cobran vida a través de la animación. También se pueden apreciar trabajos del artista en 360 grados a partir de cascos 3D.

En el edificio también se puede encontrar el museo antropológico, de Bellas Artes e histórico. La entrada a junio de 2023 es de solo $ 100 y vale la pena conocerlo.  

Luego nos dirigimos al complejo Juan Felipe Ibarra porque nos dicen que se puede acceder hasta una terraza con una importante vista de toda la ciudad.

Nos encontramos en su interior con una feria de artesanos, pero no podemos subir ya que, para ello, debemos asistir en algunos horarios en particular, que son por la tarde. Caminamos entonces por la avenida Belgrano Sur hasta la Terminal de buses porque a la par de la misma, está la estación Forum del Tren al Desarrollo. Intentamos ingresar al Forum, pero el guardia de seguridad nos indica que está cerrado por refacciones y que, de todos modos, las visitas se pueden realizar los días de semana. Respecto al tren al Desarrollo, se trata de una línea urbana que une la capital con la ciudad de La Banda y que fue inaugurada en 2016, pero que, al momento de nuestra visita, aún faltan casi dos horas para la próxima salida.

El trayecto entre ida y vuelta es de una hora y al parecer es bastante recomendable para conocer desde otra perspectiva la ciudad. Esta información nos la da una señora que se encontraba próxima al lugar ya que en el stand de turismo de la terminal no hay nadie.

Si bien no tuvimos suerte con la “gente de turismo” aquel día, pude constatar que estaban presentes el viernes cuando llegamos. Decidimos seguir caminando. Esta vez, hacia la zona de la costanera.  

Conversamos con Facundo sobre la casualidad de que al igual que la capital tucumana, Santiago del Estero tiene cruzando el (mismo) río  una ciudad llamada La Banda. También hablamos sobre la ironía de vivir en una ciudad que le dio la espalda al río, el cual quedó totalmente desintegrado de la vida citadina. Encima reflexionamos esto mientras caminamos por este parque que está bastante bien.

Creo que la ciudad de Santiago del Estero aún no desarrolló la dinámica activa de ciudades como San Miguel de Tucumán o Salta, pero está en buen camino de ubicarse como una ciudad central del NOA. 

Cruzando la costanera Diego Maradona se empieza a ver más presencia de personas que disfrutan de un sábado, aunque el clima (frío) no acompaña. Al igual que en Posadas, y otras ciudades capitales, la integración del río a la ciudad le brinda una importante impronta a la misma e invita a propios y extraños a caminarla y disfrutarla de otra manera. Me parece que la ciudad de Santiago del Estero va hacia allí. 

Finalmente volvemos al centro para participar del segundo día de la feria. Por la noche, antes de volver al hotel, cenamos en Umi Badu resto bar que ofrece comida árabe de excelente calidad y además del buen servicio, está a “dos pasos” del centro.  

Los carteles de los negocios salen a la calle, cómo recuerdo que era en Tucumán hasta principio de los dos mil.

Luego de un buen descanso y aprovechando las bondades del desayuno del Hotel Savoy, retomamos camino a la terminal de buses, esta vez, para volver a San Miguel de Tucumán. 

La conclusión es de un excelente fin de semana en una interesante ciudad. Ojalá se repita. 

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