Travesía: Tafí del Valle – El Siambón

Etapa 1 – De Tafí a la Ciénaga

Una ansiada travesía se llevó a cabo el fin de semana pasado: el cruce de Tafí del Valle al Siambon.

Ph: Franco Sandez

La combi nos buscó a las 6 am del monumento al Bicentenario, en el parque Avellaneda. Levantamos en el camino a algunos de los participantes y encaramos viaje hasta el Mollar. Ahí paramos brevemente a tomar un café en la estación de servicio.

El equipo de aventureros que salió a la cancha formó con: Gabriel, Franco, Juan, Mario, Noelia, Héctor, Celeste, Benjamín, Sara, Pablo, Beatriz, Soledad, Martin, Rubén y Maxi.

La caminata propiamente dicha empezó a las 9 en punto. El entusiasmo estuvo siempre presente y el clima ayudó bastante. El primer tramo consiste en una cuesta que, a su término, permite una vista privilegiada de Tafí del Valle. En esta ocasión, la tierra presente en el ambiente tapaba un poco la nitidez de la vista, pero sin dejar de mostrar la belleza del lugar.

Aquí aparece una meseta que sirve para recuperar el aliento y prepararse para la segunda cuesta que, a mi interpretación, es un poco más empinada que la primera. Con paciencia llegamos a la cruz, que anuncia sin decirlo el final de la subida. Desde aquí empezamos a sostener la marcha en dirección a La Ciénaga.

Ph: Franco Sandez

En esta parte el viento está presente en gran parte del camino. Particularmente encuentro este paisaje como uno de los más llamativos de las montañas que bordean a Tafí del Valle.

La caminata es tranquila y sostenida. Paramos cada tanto a tomar agua, sacarnos o ponernos algún abrigo o comer un snack. Vamos bordeando un río que forma cañadas que le dan al lugar un aspecto pintoresco.

Ph: Franco Sandez

Sobre esto, anteriormente le había dicho a Martin que el paisaje seguro le gustaba porque le iba a recordar al altiplano boliviano.

Paisaje de la Ciénaga en la famosa serie japonesa…

Sin embargo, Benjamín me corrigió, y tiene razón. El paisaje, en realidad, se parece a Namekuseí.

A lo largo del camino se ven corrales abandonados y en otros casos, nos dice Juan, se trata de restos arqueológicos. Cada tanto levanto la vista para encontrar en las alturas algún cóndor. Hay varios.

Aproximadamente a las 13 h llegamos a la Escuela de La Ciénaga. Ex escuela en realidad. Ahora se trata de un albergue que, la verdad, está muy bien puesto.

Tiene habitaciones y baños. Ni hablar del lugar fantástico donde se encuentra. El avistaje de estrellas aquí debe ser un espectáculo. Aprovechamos unas amplias mesas para almorzar al sol.

Etapa 2 – De la Ciénaga hasta Anfama

Después de papear no hay tiempo para la siesta, hay que continuar. Aún falta mucho para Anfama y me topo con otra rectificación. No se trata de solo bajadas como yo pensaba, sino que, cada tanto, hay que seguir subiendo. De a poco el sol se presenta más incisivo. Nos cruzamos con algunos motoqueros que realmente no se qué hacen en esa senda en particular. Ahora el río, que hasta hace poco lo veníamos bordeando, queda muy abajo y lejos.

Después de un par de curvas, Pablo me promete que, empieza ya la bajada hasta el final de este primer tramo de la travesía.

La cuesta abajo tiene sus peculiaridades. El cuerpo está cansado y como no llovió, la tierra es abundante y hay mucha piedra suelta. Las caídas son frecuentes.

Ph: Franco Sandez

El zigzagueo por momentos se vuelve infinito, parece no terminarse más. El peso de la mochila, de repente, se multiplica. Mis trapecios (aunque no se ven) me piden clemencia. Las pantorrillas, directamente, pidieron el cambio. Y la bajada se vuelve un verdadero test de rodillas.

Caminamos casi por inercia, solo pensando en llegar antes de que necesitemos usar las linternas. Las casas cada vez están más cerca. Me prometieron una merienda con pan casero. Solo pienso en comida. El trayecto se hace ameno con los comentarios de Rubén, que además de risas, nos regala barritas de cereal.

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Cuando finalmente pisamos Anfama, nos resulta fácil ubicar la casa de Delicia, porque al primero que preguntamos nos indica donde es. Allí suelen conocerse todos.

¡Recomendación importante! Aún estando en la cuesta, nos cruzamos con tres enduristas que estaban volviendo de Anfama por no haber conseguido lugar donde pernoctar. Estaba todo lleno. Asi que la sugerencia es ir con el hospedaje ya reservado.

En el primer pelotón llegamos Héctor, Noelia, Pablo, Benjamín, Martin y yo.

Delicia nos recibe amablemente en su casa. Nos presente a su marido Plácido y a sus hijos. Charlamos y hacemos chistes respecto a nuestro cansancio. Mientras esperamos a que lleguen los demás, nos organizamos para bañarnos. Hacemos lista de espera. Van pasando a la ducha por orden de llegada.

Ph: Franco Sandez

 La familia convive con algunos perros, un gato pequeño y una pareja de pavos.

Notamos que el aroma que sentíamos no era una ilusión, cuando vemos a Delicia y Plácido sacar de un horno de barro una pila de panes caseros. Al mate cosido le agregan unas hierbas que no recuerdo su nombre, pero que le dan un sabor distinto. Muy rico. El pan es untado con dulce de leche. Todo lo que está bien.

Estando todos disfrutamos del atardecer, mientras algunos estiran sus músculos pensando en el otro día, hay quienes aprovechan para bañarse, otros meriendan o acomodan cosas en su mochila.

Un par de partidos de truco amenizan la espera para la cena. Me toca ver de afuera como Héctor y Pablo toman buena ventaja de puntos sobre Martin y Mario. Sin embargo, estos últimos se ponen a tiro a partir de jugadas audaces. Finalmente, no logran dar vuelta el resultado, pero me motivan pasa sumarme a Martin y dar la revancha. Nuestro triunfo deja la paridad a la espera del tercer juego que no llega.

Lo que si llegan son dos vinos, bastante dulces para el gusto de la mayoría. Las conversaciones consisten en experiencias anteriores de trekking y viajes en bicicleta.

Finalmente aparece la cena. Unas empanadas fritas que saben idénticas al nombre de nuestra anfitriona. Y la sopa de verduras no se queda atrás. Todo rico y abundante.

Ph: Franco Sandez

Organizamos las camas y los colchones como se puede. El espacio no abunda y somos trece personas. Nos damos maña. Al fin y al cabo, con el cansancio que portamos, el confort es lo de menos. La noche es tranquila y el sueño reconfortante, solo interrumpido por una alarma a las 4 de la mañana que no cambia mucho la dinámica propuesta: dormir.

Etapa 3 – de Anfama hasta la banderita

El verdadero despertador termina siendo las voces de los que se levantan primero. Se escucha clarito a Juan, Rubén y Héctor en la mesa del comedor haciendo chistes.

Algo me dice que es hora de levantarse porque seguro queda poco dulce de leche. Así es, llego para las ultimas cucharadas.

Ph: Franco Sandez

Alistados para salir, luego de cargar agua, saludamos y agradecemos a nuestros anfitriones por su hospitalidad y emprendemos la marcha.

Ph: Franco Sandez

De a poco, paso a paso, los músculos van entrando en calor y me voy sintiendo menos robot. Al principio no hay viento y se aprecia una contundente tranquilidad. Muchos caballos caminan soberbios en su amplio patio.

Ph: Franco Sandez

El primer tramo consiste en un par de cuestas hasta llegar a la Banderita. Un lugar privilegiado por la vista 360 grados.

Anfama tiene de los paisajes más impresionantes de Tucumán y me animo a decir, del norte argentino.

De camino a la banderita (donde almorzaremos) el calor se empieza a poner intenso. De este lado de la montaña se siente así. Al menos siempre que camino por Raco, me hace mucho calor.

En este magnífico lugar corre tanto viento que, mas allá del sol de mediodía, nos vemos obligados a ponernos abrigo. En mi caso, con un rompevientos estoy bien.

Ph: Franco Sandez

Etapa 4 – La banderita hasta el Siambon

Después de comer seguimos camino, ya siguiendo una calle, hacia abajo. Intercalamos la ruta con cortadas, empinadas, que nos acercan más rápido a destino. Cuanto más bajamos el viento se aleja y el calor se siente más.

La tierra se vuelve un acompañante intenso. Cada paso que damos acrecienta la necesidad de llegar al río. Algunos comienzan a saborear en el pensamiento con cortar la sed con una cerveza helada.

Ph: Franco Sandez

Mis pantorrillas siguen sin entender nada. Solo pienso en meter mis pies en agua fría.

Cuando finalmente llegamos a la falda del cerro miramos para atrás y nos maravillamos con la altura desde la que venimos descendiendo. Solo un par de horas atrás estábamos en la cima y ahora nos acompañaba el ruido incesante del río grande.

Finalmente empezamos las cruzadas de río. Son 8. El caudal esta abajo porque aún no llovió. Un perro nos acompaña durante toda la bajada y continua su periplo paralelo cruzando el río con gracia. A veces, incluso, la fuerza del agua lo empuja un poco y pareciera que se lo lleva. Pero el tipo se repone y logra cruzar. Estos canes se conocen el cerro de pe a pa.

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Soy ignorante en muchas cosas. Una de ellas, la de no reconocer ni conocer la variedad de aves que aquí abundan. Solo logro ubicar a varios loros que anidan en los barrancos del río grande, en una de las últimas cruzadas de este.

Cuando llegamos al último cruce nos quedamos un rato disfrutando del agua, para refrescarnos. Charlamos poco, por el cansancio y por el disfrute.

Terminamos el periplo en el camping de Rio Grande. Mi primera impresión de este lugar es muy buena, me parece que volveré. Hay muchas familias disfrutando el día.

Nos dijeron que el perro que nos acompañó durante la bajada es oriundo de Tafí del Valle y que suele acompañar a montañistas tanto en la bajada como en la subida. Un perro guía, básicamente.

En el camping brindamos por el final de la travesía, compartimos unas pizzas y se empieza a diagramar la próxima salida. Todo apunta a la Quebrada del portugués. Veremos cómo sigue…

6 comentarios en “Travesía: Tafí del Valle – El Siambón

  1. Avatar de Rafael del Corro

    Excelente Post! Lo voy a dejar a mano para cuando haga este camino, que lo tengo pendiente (junto a muchos otros).

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    1. Avatar de consejoalviajero

      Hola Rafael. Te va a encantar!! te mando un abrazo.

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  2. Avatar de Pedro W.S.

    No conozco tucuman pero decir que ese lugar ese de los mejores del norte es porque seguro sos de ahí de tucuman.. Hay lugares mejores, Jujuy por lejos tiene los mejores lugares del norte argentino.

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    1. Avatar de consejoalviajero

      Y bueno si no conoces te invito con gusto! Capaz no coincidís con que es de los mejores paisajes, y talvez Jujuy tiene mejores… pero Anfama es un lugar increíble. Abrazo grande.

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    2. Avatar de el paisa

      Hombre, son argentinos. Se creen mejores en todo. Eso incluye sus paisajes

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      1. Avatar de consejoalviajero

        jajajajajajajajjajajaja seguis dolido por la final del 2024?

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