Amaicha del Valle: Un refugio sereno en los Valles Tucumanos

Donde queda

Amaicha del Valle, es un pequeño rincón en la provincia de Tucumán, de esos lugares que atrapan por su encanto tranquilo y paisajes pintorescos, justo para quien busca escapar del bullicio de la vida cotidiana sumergiéndose en la serenidad de los valles. Para eso, Amaicha es ideal. 

Concretamente, este pueblo se ubica en el Valle de Yokavil (sector sur del Valle Calchaquí).  

En este lugar es posible cruzarse con chinchillas y otros roedores, zorros, algunas serpientes, cardenales, caranchos y si andas con suerte (o mala suerte) con algún puma. En las zonas altas, las vicuñas son locales.  

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En cuanto a la flora, la aridez de la zona da lugar a la presencia de jarillas, cassia, cardones al por mayor o el algarrobo. 

Se ubica a 160 km de San Miguel de Tucumán y en cuanto a tiempo, se tarda aproximadamente 3 horas en llegar desde la capital provincial, 1 hora desde Tafí del Valle al sur o el mismo tiempo desde Cafayate (Salta) al norte y 30 minutos desde Santa María (Catamarca). 

Ph: Nico Mamani

La empresa de bus que llega hasta Amaicha del Valle es Aconquija, que también va hacia Tafí del Valle y Santa María, entre otras. 

Mi lugar favorito en Tucumán 

Creo que todo empezó cuando, a los 20 años empecé a viajar por el norte argentino en paralelo mientras estudiaba algunos conceptos históricos y antropológicos en la Facultad. Entonces hice un viaje de estudios con la cátedra en la que estaba como colaborador estudiantil.

PH: Nico Mamani

Ya había conocido el altiplano boliviano y peruano entonces me motivaba conocer la historia de los antepasados que habitaron en la época precolombina el noroeste de la provincia.

La relativa cercanía a mi ciudad, la tranquilidad en comparación con otras villas turísticas como Tafi del Valle o San Pedro, los paisajes, el clima, la cascada el remate y las ruinas de Quilmes ayudaron en que lo elija mi lugar preferido.

Legado histórico

Respecto a historia de Amaicha se puede resaltar que ahí vive en la actualidad una de las comunidades indígenas más importantes del país y, entre otras características, me parece super interesante que aún mantiene sus instituciones ancestrales como el Cacicazgo y el Consejo de Ancianos.  

foto tomada del blog Mochiviajes

Al parecer, los primeros pobladores llegaron a esta zona hace 2300 años aproximadamente (aunque un artículo del Conicet habla de la evidencia de presencia humana desde hace 13 mil años). 

Facu capturó este encuentro entre nubes.

Otro dato importante es que a partir del S. XVI se empezaron a emitir las leyes de Indias que reconocían formalmente a los pueblos originarios como poseedores de las tierras. En la historia colonial y postcolonial, estos derechos se vulneraron y las tierras indígenas fueron objeto de disputas y despojos. 

En la actualidad, la gente de aquí vive de la producción de artesanías y de comestibles como quesos, alfajores y turrones, además de vino. 

PH: Nico Mamani

A diferencia de otros destinos turísticos en la región, como Tafí del Valle, Amaicha conserva una atmósfera más relajada y auténtica. Personalmente, encuentro su tranquilidad irresistible. Además, el clima es otro de sus atractivos; la suave brisa y el sol cálido crean un ambiente perfecto. 

foto tomada de sedetucuman.com.ar

Mi experiencia en Amaicha suele ser en contacto directo con la naturaleza, en un sentido contemplativo. Por lo general he optado por acampar en sus alrededores. Hay buena oferta de alquileres, pero siempre me he quedado en algunos de los campings disponibles: El algarrobo (ubicado en la entrada cerca de la entrada al pueblo), Rumi Sunqu (que en la actualidad cobra aprox. $3 el campíng por día, con opciones de cabañas con baño compartido por $5 y con baño privado a $8) y al último que fui, que me sorprendió para bien es el Camping Apasanka.

Fui para carnaval (2025), pagué 6 mil por noche y quedé más que satisfecho con las prestaciones del camping. Está en la zona de los Zazos, a mitad de camino entre Amaicha y la Cascada el Remate.

Para ir caminando desde allí a la plaza son aproximadamente unos 45 minutos a pie, en una caminata disfrutable (al menos para los que nos gusta caminar). En el camping además ofrecían comidas típicas y tortillas caseras.

foto tomada de ciep.unsam.edu.ar

 La plaza central es un punto de encuentro donde los artesanos locales exhiben sus creaciones, añadiendo un toque de color y tradición al pueblo. 

Cada rincón

Virgen escultórica

Una de las joyas ocultas de Amaicha es la impresionante virgen tallada en madera, por un artista alemán en la década de 1990. Aunque resulte increible muchas personas con las que he hablado, que suelen ir a Amaicha del Valle, no la conocen.

La obra tallada en madera de algarrobo se encuentra en el mismo pueblo, a pocas cuadras de la plaza Principal.

Es una escultura de Ludwig Shumacher, que se radicó en el pueblo hasta completar su creación.  Aunque sorprendentemente desconocida para muchos, esta virgen es un testimonio del arte y la devoción presentes en este pueblo.

Según he podido leer en distintos artículos, la idea del escultor era tallar una virgen que al tropezarse fue tomada por la mano de Dios de la cintura, evitando así que cayera. 

El alemán planeaba realizar la escultura de una virgen en cada uno de los continentes como regalo a la humanidad, pero nunca cumplió su propósito ya que fue asesinado en Kenia (inchequeable este último dato). 

Cascada El Remate

A poca distancia de la plaza, se encuentra la cascada del Remate, un lugar de ensueño donde el agua fresca invita a sumergirse, especialmente durante los días calurosos de verano.

El sendero de regreso a Amaicha, pasando por un pequeño dique y los pintorescos paisajes de Los Zazos, añade aventura a esta experiencia natural.

A los que quieran ir a la cascada de El Remate les recomiendo hacerlo por la mañana, porque el sol se disfruta hasta el mediodía.

Luego, al encontrarse en una suerte de cañón, las sombras que aparecen pasada las 12 provocan un descenso en la temperatura. 

Hablando del tiempo, las temperaturas en el pueblo median los 20º C y un clima semiárido con un promedio anual de 360 días soleados.   

Bodegas

Bodega Los Amaichas: Esta bodega, que funciona desde 2016, es una iniciativa de la comunidad indígena de Amaicha del Valle y se destaca por ser la primera bodega comunitaria indígena en Argentina.

Enfoque Comunitario: La bodega es administrada por la comunidad indígena de Amaicha del Valle, preservando sus tradiciones ancestrales en la producción de vino. Producción Sostenible: Los Amaicha se enfoca en prácticas agrícolas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente, utilizando técnicas tradicionales y modernas. Cuando fui (junio 2024) estaban produciendo malbec y criollo.

Además hay otras bodegas que aún no conocí como la Familia Ríos Pastrana. No estoy seguro si la bodega Artesanal Esther Bellido y la Bodega Familiar «Vinos el Solar» siguen en funcionamiento.

Alrededores

Amaicha no solo es un destino en sí mismo, sino también un punto de partida para descubrir otros sitios fascinantes en la región. Lugares como Colalao del Valle y El Pichao son paradas obligatorias en cualquier itinerario. 

Además, en Ampimpa se encuentra el observatorio astronómico el cual me llama mucho la atención pero hasta el momento no he tenido la oportunidad de conocer.

PH: Nico Mamani

En el caso de El Pichao, viene bien para aprovechar la compra a buen precio de nueces, además de visitar las Ruinas de Condorhuasi. 

Ruinas de Quilmes

Aprovechando el corto recorrido que hace la Ruta 40 por esta provincia, recomiendo especialmente visitar las Ruinas de Quilmes, un sitio arqueológico que ofrece un vistazo a la rica historia precolombina de Argentina. Desde mi punto de vista, se trata de las ruinas arqueológicas más interesantes del país. 

Los Quilmes fueron un poblado indígena que alcanzó un inmenso desarrollo social y económico llegando a tener 13000 habitantes entre el área central y los alrededores. 

Un trabajo realizado por Karina Bidaseca y Santiago Ruggero (disponible en este enlace) destaca que: 

La historia de la «Ciudad Sagrada de Quilmes», o «Ruinas de Quilmes», se remonta a cinco siglos, a la invasión española. Fue el último bastión y el más aguerrido de una resistencia que se prolongó durante 130 años .  

Es conocida su participación en los tres grandes levantamientos conocidos como guerras calchaquíes que impidieron durante ese período de tiempo el avance español. Sofocado el tercer levantamiento, resistieron siete años más protegidos en su ciudad y se rindieron cuando fueron quemadas sus cosechas y destruida su represa. 

La Comunidad India Quilmes es descendiente del Pueblo Nación Diaguita Calchaquí. Habita en el territorio del que tiene la posesión ancestral y preexistente a la constitución del Estado argentino, situado al noroeste de la Provincia de Tucumán . El territorio de la CIQ se encuentra incluido en la Cédula Real (1716) que reconoce al Cacique de Quilmes una extensión aproximada de 120.000 hectáreas (correspondientes a los pueblos de Amaicha y Quilmes). Asimismo, permite el regreso de los miembros que fueron desterrados.” 

Hay otros trabajos que destacan la historia de los Quilmes pero también el devenir de esta zona hasta la construcción del complejo arqueológico, como es el caso del escrito del antropólogo Jorge Sosa en los que realiza un interesante y detallado análisis crítico. Allí destaca que La ciudad de Quilmes fue redescubierta por Lafone Quevedo en 1888, quien la describió como un laberinto de murallas y casuchas de piedra. Este hallazgo atrajo la atención de arqueólogos como Ten Kate y Juan Ambrosetti en la década de 1890, quienes realizaron estudios detallados, delinearon la ciudad y descubrieron cementerios y petroglifos. Manuel B. Zavaleta, un oficial de policía convertido en «huaquero», saqueó el sitio y vendió más de 12,000 piezas arqueológicas. Años después, investigadores como Bruch y Schreiter documentaron más hallazgos, como cementerios de niños y petroglifos. A partir de 1932, se comenzó a discutir internacionalmente sobre la conservación del patrimonio cultural, marcando un nuevo enfoque hacia la protección de sitios como Quilmes. 

Por su parte, el ente turístico de la provincia adelanta que “en la falda del cerro, el turista podrá advertir las reconstrucciones de la zona residencial, rematada por una fortaleza situada en la cima y dos fortines a ambos costados, sobre la cornisa.” Además, orienta a los visitantes en tanto “para llegar a la Ciudad Sagrada de Quilmes en vehículo particular, se debe tomar desde Amaicha del Valle la Ruta Provincial Nº 307, recorrer 15 kilómetros aproximadamente hasta empalmar con Ruta Nacional Nº 40 y desde allí, continuar 3 kilómetros más en dirección norte. A mano izquierda deberá ingresar por un camino de tierra que, 5 kilómetros más adelante, le permitirá acceder al lugar”. 

Además, se dispone de un centro interpretativo para conocer la historia de la comunidad que resistió a la invasión española y al avance inca. 

Finalmente, en la entrada del complejo junto al estacionamiento es posible abastecerse de snacks, bebidas, hojas de coca y comprar artesanías y souvenirs. 

Amaicha del Valle es mucho más que un destino turístico; es un refugio para aquellos que buscan paz y conexión con la naturaleza. Su atmósfera serena, combinada con su rica historia y hermosos paisajes, lo convierten en un lugar único en el corazón de los valles tucumanos. Ya sea que estés buscando relajarte en un entorno tranquilo o explorar la riqueza cultural de la región, Amaicha tiene algo para ofrecer a todos los viajeros. 

Con el apoyo de @Pacha.carpinteria

Links de interés sobre Amaicha

3 comentarios en “Amaicha del Valle: Un refugio sereno en los Valles Tucumanos

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