De viajes y Redes

Los viajes en las redes 

Es innegable que entre los cambios que ha tenido la manera de viajar de las personas en los últimos 15 años han sido las modificaciones de la macroeconomía y la geopolítica (dos entidades fundamentales de la globalización) posibilitando la multiplicación y expansión de la actividad turística. Pero hay otra de las variables que ha incidido de manera sustancial, que fue el acceso del mercado a la tecnología, más precisamente a la tecnología móvil. Ello ha producido una mayor facilidad a la hora de elegir que comprar y cuando, como así también respecto al hospedaje y atracciones. Es decir, que ha sido cada vez más fácil para el consumidor llegar a dar con el producto que precisa. El cambio significativo me parece que esta con relación al tiempo, al estar supeditado a un artefacto que llevamos todo el tiempo con nosotros como es el teléfono celular. En ese sentido, el concepto de “red social” guarda mucha información respecto a la forma en la que nos movemos entre nuestras amistades, nuestra vida social y diferentes actividades diarias.  

Cerro Ñuñorco – Tucuman

Un ejemplo de esto, adaptado a lo que compete a este escrito, es que en mis primeros viajes como mochilero (allá por 2009) solíamos llegar a un lugar, por ejemplo, Potosí, hacíamos base en la plaza principal y nos dividíamos en dos grupos, uno que quedaba al cuidado de las pertenencias y otro que recorría alrededor buscando Hostel en conveniencia respecto a precio-calidad. En pocas ocasiones ya íbamos a sabiendas de ciertas zonas o barrios donde era conveniente buscar como así también algún que otro establecimiento que sobresalía respecto a otros. Claro, en aquella época el boom de la atención la tenían los blogs y aún no era necesario hacer reserva previa o, mejor dicho, eran pocos los hospedajes que contaban con esa posibilidad. Lo mismo ocurría con la visita a ruinas arqueológicas como las de de Machu Picchu donde conseguir el ticket de ingreso era factible sin necesidad de sacar turnos ni horarios para entrar.  

Conseguí el mejor precio en alquiler de autos en DiscoverCars.com

Costa Rica

Y si bien, aún en la actualidad las modalidades del pasado puedan servir a la hora de elegir un sitio a conocer o para pernoctar, también es cierto que la aparición de ciertas webs de viajes que, de la mano de estos cambios a lo largo de la década, produjeron importantes modificaciones a la hora de viajar.  

En este sentido tomaré como ejemplo en 3 que son las que más usé y también disfruté. 

viajeros.com y Trip-advisor

La primera página web a la que accedí para buscar información es Viajeros.com A decir verdad, lo que realmente me atrajo era la posibilidad de intercambiar información en los “foros” de viajes. La posibilidad de hacer preguntas que sean respondidas por personas con los mismos conocimientos y curiosidades que uno (o sea, que no se trataba de profesionales del turismo) que habían estado poco tiempo antes en ciertos lugares, generaba una sensación de cercanía y cierto aroma artesanal que me convocaba no solo a pispear aquellos foros orientados a lugares que tenía en mente conocer, sino también a entrar a aquellos ya experimentados para dar una opinión o consejo a otras personas que estaban en plena planificación. El sitio además solía publicar artículos de viajes periódicamente por lo que lo hacía bastante atractivo. Pero, sin lugar a duda, lo que a mi criterio produjo que sea durante mucho tiempo el sitio visitado por hispanohablantes por excelencia fueron los premios que otorgaban a aquellos participantes activos en concursos de fotografías y diarios de viajes. Los galardones oscilaban entre vouchers de 50 y 100 dólares, calcomanías y remeras de la página.  El premio mayor fue un viaje todo pago a Costa Rica en 2015, justamente el último año donde se mantuvo en pie al menos con un equipo editorial. Posteriormente la página estuvo sin actualizarse hasta hace poco luego de un cambio de interfaz y visualización. 

El otro sitio web en cuestión es trip-advisor, que al igual que el anterior, más que nada me atrajo por la posibilidad de intercambio con otras personas. También este sitio suele postear artículos relativos a lugares, tiene una interfaz interesante de acuerdo con la síntesis de lo que una ciudad o atractivo ofrece como la chance de reservar alojamiento o vuelos desde allí mismo. 

La tercera web fue mochileros.org, que posiblemente con menos presupuesto que las anteriores, también permitía los mismos intercambios ya mencionados. Lo más destacado desde mi punto de vista en este sitio eran los foros de debate. Tambien se trata de una página que se ha estado actualizando a las búsquedas actuales.

De hecho, mi participación activa en estos sitios, considero que fueron el germen para que años más tarde, le de riendas sueltas a la creación de un blog de viajes propio, donde no solo escribo sobre aquellos lugares por los que camino y conozco, sino también donde puedo compartir ideas relacionadas al turismo, pero que exceden a la actividad misma que intentando aportar a la discusión sobre otros aspectos que entran en relación al tema, donde hasta el momento me centré en reflexiones sobre las perspectivasla relación de los viajes con el  consumo y el turismo relacionado con las drogas

La experiencia Couchsurfing  

De todas maneras, me quedo a medio camino a la hora de considerar o no “red social” a las páginas web recién mencionadas ya que, si bien promueven el intercambio y posibilitan el conocimiento entre personas, me da la sensación de que no están hechas per se para ello.  

La que sí cumple con todos los requisitos para ser considerada una red social, en este caso específica con respecto al intercambio de alojamiento, es couchsurfing. Se trata de una red bastante extendida, aunque me he topado con gente que suele viajar que no la conoce. 

Wikipedia la define como “un servicio global de intercambio de alojamiento y una red social accesible a través de un sitio web y una aplicación móvil. Los miembros pueden solicitar alojamiento público o directamente de otros miembros, utilizar la opción «hangout» para hacer encuentros con otros viajeros, o unirse y crear eventos. Los miembros configuran perfiles de usuario en los que otros miembros pueden publicar reseñas.” 

La historia es que en la medida que vas alojando viajeros y te van alojando también a vos, las personas van escribiendo una pequeña reseña sobre la experiencia en la que básicamente, se transmite si sos una persona de confianza o no.  

La realidad es que desde mi experiencia personal, es una red social que he disfrutado muchísimo porque me ha permitido conocer gente de muchas ciudades pero también me ha brindado la chance de que estas personas me aconsejen o lleven por lugares o rutas que difícilmente podría haber hecho por mi cuenta, por ser lugares desconocidos (como algunos rincones de Plovdiv en Bulgaria), peligrosos (recuerdo un tour nocturno por calles de Bucarest o caminar por una favela brasilera) o incómodos para llegar (como unas termas en Sicilia).  

Personalmente he tenido solo experiencias buenas. En algunos casos he podido congeniar de gran forma con quien me hospedó hasta entablar una buena amistad y en otros casos no tanto, pero siempre me ha brindado una buena estadía ya sea como anfitrión o huésped. Lo interesante es estar atento a las características del que ofrece un espacio en su casa, que puede ser una habitación entera, una habitación compartida, un colchón en el suelo o siguiendo el nombre del sitio, un sofá. Así también, siendo anfitrión, hay que estar fino con el interés de quien te pide alojamiento, en cuanto a días, referencias, etc. He tenido situaciones de extrema confianza hacia mi persona como el caso de un hombre en Viena que al llegar a su ciudad me citó a su trabajo a que busque las llaves, dándomelas sin conocerme e indicándome como llegar a su hogar. También se me han presentado otras situaciones de desconfianza como un personaje en Girona que a cada rato me hacía chistes sobre las posibilidades de que pudiera robarle alguna pertenencia de su departamento por el sólo hecho de ser ciudadano sudamericano. En un renglón aparte destaco una situación que viví en la capital búlgara donde mi “couch” no me daba llaves, sino que cuando el salía yo tenía que hacerlo y podía volver cuando él lo hiciera lo cual, si bien era bastante incómodo, ello estaba explicitado en su perfil, por lo que se trataba de algo pactado de antemano. 

Por supuesto que lo que acontece en esta red social excede a mi experiencia personal y como es sabido, no todo es color de rosas. Son innumerables los casos de personas que han vivido situaciones extremas o por lo menos desagradables al usar esta red social. En muchas oportunidades han podido compartir sus vivencias. En algunas de ellas cuentan sobre la posibilidad de haber sido estafados o en otras ocasiones de personas que fueron acosadas por sus huéspedes. Sin ir más lejos llego a salir un artículo done se denunciaba sobre la existencia de cuentas falsas que sólo buscaban captar víctimas. 

Airbnb 

Este sitio ha venido a revolucionar los portales de reservas de alojamiento, que ya venían mostrando cambios y ambigüedades: posiblemente les pasó también de ir a hoteles con una organización similar a un hostel. A la vez de hospedarse en hostel que además de sus características habitaciones compartidas ofrecen habitaciones privadas. Y qué decir de la dificultad para diferenciar en algunos países a hostales de hosteles, ni hablar de los “bed and breakfood”que aunque se trata de conceptos que existen desde la década de los 60, se hicieron globalmente conocidos a partir de la década pasada. Es decir, toda esa diversificación que han ido aconteciendo en las posibilidades de habitación son posibles de encontrarse en Airbnb, que en los últimos años ha disfrutado de una buena salud en expansión. 

Finalmente sobre ésta web, la anécdota posiblemente mejor contada sea la del escritor Casciari, relativa a como le salvaron la vida cuando sufrió un infarto.

Fecebook, twiter e Instagram 

Ahora bien. Sin lugar a dudas, el sinónimo de red social por años fue Facebook y también ha sido la que más tuvo que adaptarse de acuerdo a las últimas tendencias y demandas sociales a raíz de las nuevas redes sociales aparecidas (sobre todo Snapchat, tik tok e Instagram). Pero no solo se trata de “histories” y reels sino también al público orientado. En relación a viajes y turismo, lo que ha sobrevivido con creces en Facebook han sido los grupos, donde las personas continúan intercambiando información, como una forma de plataforma común, sin necesidad de dirigirse a una externa especializada en la temática como las antes nombradas. Sin ir mas lejos, se puede encontrar grupos que hacen alusión a “couhsurfing” o nuevos posteos de personas que refieren “unirse a la causa” con un mensaje evidentemente copiado y pegado de otro donde buscan más seguidores a cambio de seguir también en forma de devolución y así, en teoría, lograr una sumatoria comunitaria de seguidores que los ayudará en su “trabajo” (supongo que muchos serán influencers o se considerarán serlo o aspirarán a ello). 

La situación es de alguna forma similar en las otras redes sociales, sin embargo, cada una tiene aquello que la diferencia de las demás. A decir, en twitter los grupos se cambian por posteo de agencias de viajes con promociones o encuestas que buscan mediante la publicación de links que las personas ingresen a sus páginas web con el objetivo final de que compren su producto. Lo mismo sucede con aerolíneas y hasta municipalidades que ofrecen sus servicios a partir de publicaciones periódicas en la red del pajarito. Con Instagram la situación se vuelca hacia la imagen y los sorteos son el pan de cada día. De ahí que es posible observar una proliferación de ofertas o, mejor dicho, de la misma oferta en una gran cantidad de redes. Lo importante es la exposición. No por nada, la frase repetida es “síganos en nuestras redes”. Lo plural no es en vano y no hace más que graficar el bombardeo de oferta e información a la que estamos expuestos. 

Cabría preguntarse, en la última recta de este 2021 y con la experiencia de lo que aconteció y sigue aconteciendo mundialmente debido a la pandemia, cómo se irán adaptando o modificando las redes en esta nueva década. ¿Sufrirá cambios significativos? ¿Cuál será el nuevo rol o la nueva modalidad? La vorágine experimentada en lo relativo a la utilización tecnológica en los intercambios sociales deja una gran incógnita a como se irán acomodando las fichas en este mar de incertidumbres.  

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