A veces se gana: Costa Rica

Hace poco se cumplieron 5 años de la primera vez que pisé suelo centroamericano. Aquella ocasión, llegar allí tuvo lugar por la dicha de obtener un premio, de esos grandes que uno nunca cree que pueda ganar y que, en aquel caso, se trataba de un viaje todo pago a Costa Rica.

A través de un concurso que brindaba el sitio de viajes viajeros.com en conjunto con el Instituto Costarricense de Turismo, fuimos 5 personas provenientes de Chile, Uruguay y Argentina. Para ello se tuvo en cuenta como condición para participar la escritura de diarios de viajes publicados en la página en ciertas fechas específicas. El premio incluía vuelo ida y vuelta Bs. As. – Costa Rica y 7 días de estadía en diferentes puntos turísticos con sus correspondientes actividades.

Hasta el día de hoy recuerdo con gran felicidad haber sido uno de los elegidos para viajar y la oportunidad de conocer gente de grandes valores con los que compartí aquella aventura.

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A post shared by Consejo al viajero (@consejoalviajero) on May 14, 2019 at 9:44am PDT

La realidad es que, acostumbrado a planificar mis viajes a partir de búsquedas y comparaciones de precios, entre otras variables, la idea de realizar este tipo de periplo todo organizado por terceros me generaba muchas expectativas.

Además de haber estado hospedado en hoteles de cinco estrellas que nunca pensé que llegaría a conocer, aquel viaje me permitió realizar actividades por vez primera, como realizar snorkeling, rafting o canopy, por lo que siempre estaré agradecido tanto a los organizadores de viajeros.com y el ICT por aquella gran semana.

Así mismo, guardo mucho cariño a Lorraine y Nicolas de Chile, Lilian de Montevideo, mis compatriotas Lorena y Ayelen y por supuesto Yosellyn y Juan Carlos, ticos que nos acompañaron en todo momento.

Transcribo algunos pasajes del diario escrito en aquel momento para viajeros.com una vez regresado de Costa Rica. El texto completo se encuentra en aquel sitio, pudiéndose acceder a través del siguiente link: https://www.viajeros.com/guias/chineado-en-costa-rica

Cartago

“Cartago fue la primera capital costarricense, paseamos en coche por sus calles, que mantiene en algunos casos estilos antiguos y si bien la ciudad a ganado espacio todavía guarda aquello que en algún momento fue una pequeña ciudad. Conocemos la Basílica Nuestra Señora de los Ángeles, apreciando el contraste del exterior con los detalles de madera del interior. Podemos observar a fieles llegando arrodillados hasta el interior de la iglesia por la aproximación de una fiesta religiosa. Allí se venera a la virgen cariñosamente conocida como ‘la negrita’ y que tiene una historia curiosa sobre su ‘aparición’ y la construcción en ese mismo lugar de la iglesia. En el exterior de la misma también puede apreciar las diferentes construcciones que se han hecho para preservar a la iglesia de posibles terremotos.”

San Gerardo de Dota

En tan magnífico sitio nos hospedamos en un lugar fantástico que es el hotel Savegre donde “dormimos como reyes y levantamos temprano para luego de desayunar dirigirnos al avistaje del Quetzal” que sería una de las actividades a realizar allí.

“Nos acompaña Melvin Fernandez quien es ademas de our (sic) guía un famoso fotógrafo de aves. El lleva consigo un gran lente con el que podemos observar con lujo de detalles a este magnifico ser con alas.”

Posterior al avistaje de aves, el canopy prometía una buena aventura “si bien sabía que tirarme por una cuerda de un árbol a otro iba a gustarme por demás, pensaba que iban a ser solo una o dos tiradas. Siendo 7 las conexiones entre arbol y arbol hasta llegar al final del trayecto, y siendo mi primera vez, no podía mas que estar feliz por la posibilidad.”

Dominical

«Si bien Dominical es un pueblito pequeño pero pintoresco, la lluvia ya lo mejor la temporada (baja) hacían que muchos lugares están cerrados o se viera poca gente en sus calles. De todas formas aprovechamos lo poco de luz de día que queda para caminar por el lugar«

Bahia Ballena – Playa Uvita

Se trata de un parque nacional, que como todo en Costa Rica, está protegido. Por ello, a diferencia de años atrás, no se observan construcciones así la naturaleza va retomando el lugar que le corresponde.

Allí realizamos una excursión mediante Punta Ballena Kayak`s.

“Comenzamos con la remada contra marea hacia acercarnos hasta ‘la cola de ballena’, que consiste en una formacion rocosa que con la suma de un estrecho camino de arena forman durante el dia lo que desde el cielo se ve como una cola de ballena. A medida que pasan las horas y la marea sube, la arena va quedando debajo del agua, descansando de la vista del hombre, hasta el otro dia.”

“navegamos hasta la desembocadura del rio, donde incursionamos por otros 30 minutos por un pequeño manglar. Aqui las aguas son muchisimo mas calmas logicamente que en el mar, lo que me permite tomar unas buenas fotografias y hasta filmar un video en pleno remo. Cangrejos de rio y murcielagos apostados en los arboles son algunas de las imagenes que van quedando grabadas en mi memoria.”

“Luego realizamos una cabalgata por un pequeño sendero que transita por arboladas, donde vemos algunos monos congos, cruzamos un rio y finalmente llegamos otra vez a la playa, que ya esta bastante crecida.”

Posteriormente mediante una embarcación “nos adentramos hacia el mar, alejándonos de las costas de Uvita terminando en el medio entre esta última y playa hermosa, ya por las afueras del parque nacional Marino Ballena..”. Se trataba de una excursión de avistaje de ballenas.

Rafting en El Silencio

Camino a Manuel Antonio, en las cercanías de Quepos, realizamos un párate en el pueblo del Silencio para realizar una más que interesante actividad de la mano de Marlon, experto en el deporte, quien “en los momentos donde el río se pone tranquilo, nos cuenta experiencias de este deporte, de campeonatos en los que participó y obviamente muchos datos curiosos del río, de su flora y de su fauna”

Manuel Antonio

Si el viaje en sí mismo era el premio, entonces que éste incluya estadía en el Hotel Parador ya fue toda una frutilla del postre.

“Para nuestra (grata) sorpresa, la habitación reservada para nosotros es nada más y nada menos que la suite presidencial, que cuenta con tres habitaciones de buen tamaño y con todas las comodidades, y un living con cómodos sillones, una pequeña cocina y tv; esto sin contar lo más lindo que es la vista de todo el parque desde la ventana.” Además, el hotel “cuenta con interesantes senderos, por ejemplo uno para observar monos.”

“nos dirigimos hacia el Refugio de Vida Silvestre ‘Si como No’, donde realizaríamos una caminata nocturna por este refugio. Antes de comenzar nos ponemos el necesario repelente para mosquitos, ya que abundaban y mucho más a la hora de anochecer.”

“Más adelante vemos arañas bananeras, siendo estas las peligrosas del lugar. A pocos metros de nosotros logro divisar un gran sapo, siendo corregido por el guía que me dice que se trata de una rana y es la Rana Toro (recordada por mi memoria como rana Bufalo) que me llama mucho la atención por su ‘musculatura’ . A mitad del camino se nos indica que deberíamos apagar nuestras linternas para quedarnos a oscuras, y en ese momento algo de un poco iba a empezar a aparecer. Un poco de paranoia aparecia ya que cualquier tipo de insecto se me ocurría que podía asomarse a mi cuello o brazo mientras no tengo el ‘control’ aunque sea ocular de la situación. La sorpresa era que en plena oscuridad y sin la presencia de ningun tipo de luz, comenzaba a verse una especie de hongos (no recuerso su nombre) de color flourescente, y que va llamando la atención dentro del gran manto oscuro.”

San Jose

Volviendo a la capital costarricense, “bordeando el parque nacional Carara, hacemos nuestra última ‘expedición’, que solo contó en estacionar el auto tras cruzar un puente y así poder apreciar desde las alturas, a gran cantidad de cocodrilos que viven allí libre y salvajemente. Nos dicen que hay en promedio de 15 por kilómetro. Y a simple vista se ve que el río donde en su vera viven, es largo, lo que lleva a pensar la cantidad de cocodrilos que puede llegar a haber. En ese momento llego a contar 31 ejemplares”

Finalmente el último día lo utilizamos para recorrer sitios interesantes de la capital San José, como ser: el museo del oro, el mercado central (donde es obligatorio probar el helado de sorbetera), la catedral metropolitana, el teatro nacional y la casa de Rafael Calderón.

Moraleja: siempre hacer el check in

“Si el viaje estuvo en duda en un comienzo por problemas en los aeropuertos y aerolineas de mi país, el regreso no estuvo excento de dramatismo e incertidumbre hasta último momento, y en este caso la implicada fue la aerolinea COPA.  Despertamos ultra temprano para dejar el hotel y dirigirnos en la combi hasta el aeropuerto de San José. Llegamos al mismo cansados y para nada listos para volver, ya que logicamente queriamos quedarnos!… El hecho de haber estado todo el tiempo fuera y sin una computadora a mano hizo que fuera imposible realizar el check in con tiempo (primera vez que no lo realizo) y eso traería sus consecuencias.” … “leo con atencion cada detalle de mi pasaje; y alli descubro que en el boleto de San Jose hasta Panamá tenía asiento con numero y letra; y sin embargo en el boleto del trayecto Panama- Buenos Aires solo decia ‘SBY’…” … “Decido acercarme a un mostrador de COPA a preguntarme y me dan una respuesta poco fiable de que ‘el viaje estaba congestionado’ y que en Panama se arreglaba todo; respuesta que me sonaba a la famosa ‘pateada de pelota’. Antes de abordar el primer vuelo vuelvo a preguntar pero a otra persona de la misma empresa quien fijandose en la computadora me dice que en realidad el vuelo Panama-Bs As. estaba sobrevendido y que no quedaban asientos disponibles. Me explica (algo que yo no tenia ni idea) que por cuestiones legales una aerolinea puede vender de mas boletos porque nunca se termina llenando el avion (o algo mas o menos así era la explicacion) y que en ese caso todos los boletos vendidos estaban por viajar, y que a menos que haya voluntarios que quieran posponer el vuelo, iba a tener que quedarme 9 horas mas en Panama.” Para mi fortuna, todo pudo solucionarse y dispuse de un asiento para culminar el viaje, con un nuevo aprendizaje: realizar siempre el check in.